Diego Mazquiarán 'Fortuna' |
El torero Diego Mazquiarán, 'Fortuna', vivía, en aquel 23 de enero de 1928, en el número 40 de la calle de Valverde, una casa colindante, por su parte trasera, con Fuencarral 43 (donde estuvo el enorme inmueble con gran patio central que albergó a la famosa empresa de pianos Hazen), lo que quiere decir que está muy próxima, también, al patio (de curiosa forma casi triangular, por cierto) al que dan las cocinas de Fuencarral 39, que es compartido con Valverde 32.
Hago estas precisiones geográficas previas (de las que adjunto detalle gráfico debajo de estas líneas) para resaltar la próxima vecindad del domicilio del matador que saltó a la fama en aquella ya lejana mañana madrileña con la finca que protagoniza este blog.
La historia de 'Fortuna' es bien conocida en Madrid y fue muy popular en su momento, a finales de los años veinte del pasado siglo.
Ese frío día de enero, un toro y una vaca se habían escapado del grupo de reses de Luis Hernández que, tras pasar por la inspección sanitaria, iban camino del matadero municipal.
Al parecer, la vaca fue pronto atrapada, pero el toro siguió sus imprevistas correrías por las calles de la capital, sembrando el desconcierto entre los muy asustados transeúntes que se encontraban con una compañía tan infrecuente en pleno centro de Madrid.
El toro hirió gravemente a tres personas en su recorrido desde la cuesta de San Vicente y la plaza de España hasta la plaza de San Ildefonso, en el que se presentó cuando el mercado estaba en pleno apogeo.
El camino exacto que siguió la desconcertada res lo desconozco, pues, según las diferentes versiones, varía ligeramente, pero lo importante e indiscutible es que acaba saliendo a la Gran Vía, la nueva y elegante avenida, imagen del nuevo Madrid.
El camino exacto que siguió la desconcertada res lo desconozco, pues, según las diferentes versiones, varía ligeramente, pero lo importante e indiscutible es que acaba saliendo a la Gran Vía, la nueva y elegante avenida, imagen del nuevo Madrid.
'Ángelo', sembrando el pánico en la Gran Vía madrileña |
Allí es donde entra en escena Diego, quien paseaba en esos momentos por las inmediaciones del Casino Militar, en la esquina de la Gran Vía con la calle del Clavel.
'Fortuna' era natural de Sestao y tenía 32 años cuando se vio abocado a una situación tan singular. Dicen que mandó a un chico con un chófer a buscar un estoque a su domicilio, bastante próximo, pues las espadas (o, tal vez, sables) que le ofrecieron desde el Casino Militar no parecían armas apropiada para finiquitar al morlaco.
Es una lástima que las crónicas no cuenten la escena del muchacho reclamando los trastos de matar en la residencia del señor Mazquiarán (también me sorprende que, de paso, no recogiera una muleta, bastante más manejable para ayudarse en la suerte del volapié que el incómodo y aparatoso abrigo), pero, por lo que se lee en periódicos y otras publicaciones de la época, al chico le entregaron el estoque con celeridad y sin pedirle demasiadas explicaciones (lo que no deja de ser asombroso por lo inusual de la situación, salvo que en casa de 'Fortuna', que, según cuentan, era bastante bronquista y tirando a pendenciero, fuese habitual despachar estoques, sin más, a jóvenes desconocidos).
El caso es que el torero, tras una faena de aliño a la que dedicó los veinte minutos reglamentarios (tiempo preciso para que llegase el imprescindible estoque), hizo rodar por los adoquines de la Gran Vía a 'Ángelo' (creo que así se llamaba el toro), al que le colocó una muy eficaz media estocada, seguida de un ya definitivo descabello.
En el centro de la imagen, con abrigo claro, 'Fortuna' |
Debemos señalar llegado este punto que si por algo destacaba el diestro de Sestao era por su maestría en el arte del volapié que, según cuentan, era la suerte que mejor ejecutaba.
Las ovaciones y pañuelos al viento de los improvisados espectadores no se hicieron esperar y 'Fortuna' fue fotografiado para la posteridad, aclamado por los presentes y recompensado, después, por las autoridades por su valerosa y desinteresada actuación.
Todo esto sucedió, exactamente, frente a la entrada de lo que hoy es el 'Museo Chicote', a la altura del número 12 de la que entonces se llamaba avenida del Conde de Peñalver, alcalde de Madrid e impulsor del proyecto de la recién estrenada gran calle madrileña.
Por supuesto, salió en hombros de la Gran Vía, siendo trasladado de esta guisa hasta el conocido Café Regina (según algunas fuentes, ya que otras citan el nombre de un café diferente), situado junto al Casino de Madrid, en la cercana calle de Alcalá.
'Fortuna', tras su hazaña en la Gran Vía |
´Fortuna´ había tomado la alternativa de manos de Rafael Sánchez 'El Gallo', en 1916 y había toreado con figuras de primer nivel, como 'Joselito', Juan Belmonte o Ignacio Sánchez Mejías, pero el paso del tiempo y, sobre todo, su carácter difícil le habían ido apartando del buen nivel que mantuvo en sus primeros años como matador.
Las Ventas en 1929 |
Dos detalles del cartel (Museo Taurino de Madrid) de la corrida de inauguración de la 'Nueva Plaza de Toros de Madrid' (Las Ventas), que tuvo lugar el día 17 de junio de 1931.
Famosa foto. Supongo que sigue decorando la pared, tras la barra, del Stop, todo un clásico, en Hortaleza esquina Infantas.
ResponderEliminarConmovedora historia,nos muestra la idiosincracia de un pueblo,su cultura y costumbrismo...más allá que etoy en contra de éste deporte.
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