Portada de Pedro de Ribera (detalle) |
Tras un buen número de años, ha terminado la gran reforma a la que ha sido sometido el viejo edificio del Hospicio de San Fernando (Fuencarral 78) para volver a albergar al Museo de Historia de Madrid.
Rebautizado con este nombre en 2007, es el heredero del antiguo Museo Municipal, creado en 1929, tras haberse salvado de una probable demolición gracias a la iniciativa de la Sociedad Española de Amigos del Arte que, en 1926, organizó la exposición del 'Antiguo Madrid', con la eficaz intervención de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Estatua de la Mariblanca (réplica en el vestíbulo del museo) |
Así, después de un largo tiempo de incertidumbre, la obra maestra de Pedro de Ribera que, con su bonita fachada principal y su espectacular portada barroca ilumina la calle de Fuencarral, se sobrepuso a un dudoso destino, comenzando un nuevo uso que, ahora, podemos disfrutar ya casi terminado.
Porque el museo en sí, está muy bien rehabilitado y ya tiene, de nuevo, sus puertas abiertas al público, pero todavía queda por restaurar su capilla que, como todos sabemos, guarda una de las obras más importantes de Luca Giordano.
Para verla, aún tendremos que esperar.
El museo tuvo como primer director a Manuel Machado (vecino, por cierto, del barrio, ya que vivió muchos años en la cercana calle de Churruca) y, como ya hemos dicho, su creación salvó de la piqueta a una joya del barroco madrileño que peligraba pese a haber sido declarado monumento histórico artístico en 1919.
Alegoría de la Villa de Madrid (Goya) |
Su rehabilitación actual es muy buena, presentando su colección permanente en una serie de nuevas y amplias salas que permiten la exhibición de un considerable número de piezas, entre las que destacan el cuadro de Goya titulado 'Alegoría de la Villa de Madrid' (cuyas vicisitudes son notables por las múltiples modificaciones que los sucesivos acontecimientos históricos provocaron en él) y la magnífica y minuciosa maqueta de Madrid ('Modelo de Madrid'), realizada por León Gil de Palacio en 1830, que está considerada como uno de los trabajos de su género más importantes de Europa.
También vemos entre las piezas expuestas un buen número de planos históricos de Madrid, como el de Mancelli, de 1623, o el conocidísimo de Teixeira, impreso en 1656.
Las colecciones expuestas, han sido distribuidas en cuatro plantas, estando dedicada la del sótano a la cartografía y maquetas, mientras que las otras tres han sido ordenadas cronológicamente (1561-1700, la planta baja; 1700-1814 el primer piso; y 1814-1910 el segundo).
Recorrerlas con la suficiente calma nos permite conocer mejor la evolución de la ciudad de Madrid, desde su designación como capital de España hasta los comienzos del pasado siglo.
Felipe II (Jacques Jonghelinck, 1571) |
Aún más que las obras de arte presentes en sus salas (algunas de ellas, notables), es de enorme interés observar las muchas piezas de todo tipo (dibujos, porcelanas, abanicos, maquetas, óleos, esculturas, grabados...) que nos muestran diferentes aspectos de la vida madrileña durante casi cuatro siglos.
No faltan entre ellas cuadros cedidos en depósito por el Museo del Prado o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que contribuyen a enriquecer el nivel artístico de lo que allí se muestra a los visitantes.
Napoleón desesperado (grabado) |
También cuenta con una interesante biblioteca, abierta al público (yo ya la he visitado en un par de ocasiones), y que dispone de un importante número de volúmenes, algunos de ellos poco frecuentes, que nos permiten profundizar en el conocimiento de muchos aspectos de nuestra villa, tan interesantes para quienes siempre queremos conocerla un poco mejor.
Ningún madrileño debe dejar de visitar este 'nuevo' museo (ha permanecido cerrado - o semicerrado - más de diez años por las obras de rehabilitación) si quiere estar al corriente de la historia de su ciudad. Pero tampoco debe dejar de acudir a él cualquier otra persona que se encuentre en el centro de Madrid y disponga de un par de horas libres. No se arrepentirá.
Maqueta de Gil de Palacio (detalle) |
La calle de Fuencarral recupera con la reapertura del Museo de Historia de Madrid uno de sus principales atractivos, el cual se complementa a la perfección, con todas sus otras virtudes como auténtico e indiscutible centro neurálgico de la actividad urbana en una ciudad que ya es, desde hace tiempo, reconocida en el mundo como la de mayor pulso vital de Europa.
El Museo de Historia de Madrid está abierto todos los días, excepto los lunes, y es de acceso gratuito. Más información sobre los horarios de visita en este enlace.
Interesante. Lo he compartido en FB con tu permiso
ResponderEliminar¡Ya me gustaría visitarlo, ya!.
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