Existe, en el número 77 de nuestra calle de Fuencarral, muy cerca de la estación de Metro de Tribunal y casi enfrente del Hospicio, un edificio diferente, tanto por sus características, como por su historia y estado actual.
Fuencarral 77 |
No cabe duda de que la limpia modernidad de su diseño y las interesantes soluciones que se dan a su planta irregular, creando ambientes de gran personalidad y generando una riqueza espacial muy atractiva, a pesar de contar con una planta de dimensiones relativamente reducidas, es fruto del ingenio de quienes lo firman.
No en vano, Monasterio y Manzano-Monís tienen un amplio historial de excelentes obras, a lo largo de sus respectivas carreras.
Monasterio es el autor del Estadio Bernabéu y de su primera remodelación, así como de la terminación de la plaza de toros de Las Ventas, rematando el proyecto de José Espelius.
Manzano-Monís creó el bien conocido monumento a Calvo Sotelo de la plaza de Castilla y destacó en su labor de recuperación del casco antiguo de Fuenterrabía, entre muchos otros trabajos de mérito.
Una de las principales características de este edificio es el pasaje que une la calle de Fuencarral con la Corredera Alta de San Pablo y que fue concebido como un espacio comercial cuyo momento álgido estuvo en los años sesenta y setenta del pasado siglo.
El palacio Giraldeli |
En el libro cuarto de la Planimetría aparece el plano, dibujado por el arquitecto Nicolás Churriguera, de la manzana 349, en la que la mansión del Marqués de la Mina ocupa el 'sitio' número 2, justo al sur del palacio Giraldeli, que estaba situado (con el número 1) en la esquina septentrional de esa manzana.
En el caso que nos ocupa, uno de los objetivos principales era, no solo conseguir una casa grande, digna de la personalidad y rango de su dueño, sino que tuviera salida a las dos calles para poder diferenciar bien la zona principal (que daría a Fuencarral) de los aposentos y dependencias de la servidumbre y caballerizas, que tendrían el acceso por la Corredera Alta. No fue la única casa de Fuencarral que consiguió ese doble acceso durante el Siglo de las Luces.
Precisamente, Jaime de Guzmán-Dávalos y Spínola, II Marqués de la Mina, fue un destacado miembro de esta nobleza ilustrada. Gran militar y diplomático (también buen escritor), jugó un importante papel desde la misma Guerra de Sucesión Española.
II Marqués de la Mina |
Luchó en Italia, consiguiendo importantes victorias y acabó su carrera como capitán general y gobernador de Cataluña, llevando a cabo en Barcelona grandes actuaciones urbanísticas, como la creación del barrio de la Barceloneta o la construcción y rehabilitación de las principales defensas militares de la ciudad.
Fue, sin duda ninguna, uno de los más destacados nobles al servicio de Felipe V, quien siempre le mostró agradecimiento y aprecio.
Con anterioridad al Marqués de la Mina, la casa pudo haber sido de un Cevallos (hasta 1612), del presbítero doctor Cedillo, de un Arteaga y, a partir de 1701, de la Princesa de la Palata, que ya poseía otras casas colindantes. Toda esta información proviene de los comentarios recibidos por Elías Tormo del Marqués del Saltillo, documentados en datos del Archivo Notarial.
Planimetría s.XVIII vs Fuencarral 77 |
Esta antigua parcela es la que permite hoy la conexión de las dos calles (Fuencarral y Corredera Alta), a través del mencionado pasaje interior y cubierto, del que luego nos ocuparemos con más detalle. En la actual numeración, corresponde al número 10 de la Corredera Alta de San Pablo.
La finca en el plano de Ibáñez de Ibero (1879) |
Esto se reafirma en el de Ibáñez de Ibero de 1879, en el que sí aparece, perfectamente dibujada, la casa y sus patios interiores, manteniéndose en su integridad el contorno original exacto de la Planimetría, pero sin la ya citada casa del número 12 de la Corredera Alta, señalado, con precisión, como una finca independiente.
Monasterio y Manzano-Monís, como excelentes arquitectos que son, diseñan un edificio muy moderno, con una fachada que presenta dos volúmenes bien delimitados (en la que se nota más, en mi opinión, la mano de Monasterio) y una solución brillante para la galería comercial, gracias a la que se consiguen unos espacios interiores interesantes y amplios, con tres zonas perfectamente diferenciadas.
La galería tiene locales comerciales a ambos lados de su pasillo más ancho (el que nace en Fuencarral) y solo en un lateral en el brazo que, más estrecho (el incorporado con la alargada parcela antes mencionada), parte de la Corredera Alta, si bien muestra una larga sucesión de vanguardistas vitrinas en la pared opuesta.
Al fondo, Fuencarral |
Este efecto se acentúa en el punto de confluencia de los dos pasillos con la plaza, una de cuyas paredes curvas está decorada con un bonito relieve, en el que apreciamos reminiscencias de los frisos del Partenón de Fidias.
Según dicen, había una fuente en la parte inferior de esta plaza, que es la más amplia.
Grandes farolas de hierro forjado cuelgan del techo del pasillo, abovedado en la zona de las claraboyas del lado de Fuencarral, sobre el que existen grandes balcones interiores, algunos abiertos y con barandilla, así como otros acristalados (tal vez, posteriormente) y amplios ventanales con vistas a la galería.
Recordando a Fidias |
Tuvo un gran éxito en sus primeros años. Todos los locales estaban ocupados y parecían hacer buen negocio en un espacio nuevo y moderno, muy adelantado al modelo tradicional que imperaba en la mayor parte de las tiendas de la calle, pese a que la época de los grandes pasajes comerciales cubiertos (como los de París, Londres o Milán) ya estuviese superada. Pero las dimensiones de esta galería comercial, de espíritu moderno, eran (son) mucho más reducidas que las de aquellos anteriores a los que nos hemos referido y presentaba, por ello, una opción más actual y menos monumental, pero mucho más dinámica y adecuada a los aires de incipiente modernización que vivía la España de mediados del siglo XX.
Había comercios de todo tipo: sastrería (Roan), óptica (Langa), joyería (Monge), estanco, agencia de publicidad (Cuevas), peluquería (Pili), tienda de bolsos (Manopiel)...
También tenía allí su sede (en la plaza) el Hogar Canario. La mayoría de estos locales eran de dos plantas y disponían de escalera interior, en algunos casos, visibles desde los pasillos, a través de los enormes y despejados escaparates de las tiendas.
También tenía allí su sede (en la plaza) el Hogar Canario. La mayoría de estos locales eran de dos plantas y disponían de escalera interior, en algunos casos, visibles desde los pasillos, a través de los enormes y despejados escaparates de las tiendas.
El rótulo de la desaparecida sastrería Roan |
En el Pasaje Mutualidad (así era llamado familiarmente) también se notó. Disminuyó el tráfico de posibles compradores y quienes lo utilizaban eran tan solo los vecinos de la zona, como atajo para atravesar una manzana incómoda de rodear, a causa de su particular forma trapezoidal.
El nombre le venía dado por haber sido promovida la construcción del edificio por el Montepío Nacional de Previsión Social de los Productores de la Dependencia Mercantil, una complicada definición (muy de la época, por cierto) para bautizar, de forma más elegante, sofisticada y eufemística, a lo que, en otro tiempo, se hubiese llamado Montepío de Dependientes de Comercio.
El distribuidor central |
El resto del edificio también está, prácticamente, desierto. Queda alguna oficina en uso y dicen que hay un almacén del Teatro de la Zarzuela en el sótano.
En ocasiones (al parecer, por iniciativa de la Embajada de Alemania), el pasaje se utiliza para exposiciones de arte y los abandonados locales reviven, por unos días. Un espejismo que dura poco, pero que es de agradecer.
En ocasiones (al parecer, por iniciativa de la Embajada de Alemania), el pasaje se utiliza para exposiciones de arte y los abandonados locales reviven, por unos días. Un espejismo que dura poco, pero que es de agradecer.
Elegantes curvas y modernos materiales |
Entretanto, junto a la verja que ahora cierra el pasaje por las tardes y noches (en un principio, no existía y era vigilada por un sereno), un vendedor de cupones de la ONCE se mantiene fiel a su sitio habitual. En la otra entrada, la de la Corredera Alta, un mendigo de aspecto bohemio, también está asentado a la entrada del pasaje, el de la Mutualidad... el pasaje olvidado de la calle de Fuencarral.
Notas añadidas:
Desde el 24 de noviembre de 2022, el espacio en el que estuvo el pasaje desde la construcción del edificio lo ocupa una gran tienda de Mercadona.
Con anterioridad, los pisos habían sido completamente remodelados, manteniendo la fachada intacta, y vendidos individualmente.
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